lunes, 25 de mayo de 2009

Gerardo tiene 43 años, es un biólogo especialista en entomología egresado de la Universidad Mayor de San Marcos. Hace un par de meses estuvo en Altomayo recolectando especimenes de mariposas para realizar un registro detallado de la zona. Durante su estadía registro 439 especies, 13 más de las conocidas hasta el momento. Con ello el aporte que deja a la humanidad es único, muchos otros países y científicos anhelarían realizar nuevos hallazgos de manera tan cotidiana, pero esto en el Perú es casi una rutina debido a la biodiversidad tan grande que posee. Es sábado 26 de agosto, y estos 13 nuevos especimenes serán presentados a la comunidad científica y humanidad en un evento a realizarse en la Academia de la Biodiversidad Peruana, muchos científicos de la región y prensa especializada han sido invitados. Por otra parte turistas interesados y gente que esta de paso empieza a congregarse y unirse a la presentación que se realizara en el auditorio. Gerardo vive en Surquillo, no tiene automóvil, y se dio cuenta que en solo un par de horas empezará la presentación, se quedo dormido preparando los últimos detalles la noche anterior. Por suerte vive cerca de la estación del metropolitano y solo le tomará 20 minutos llegar a la estación de Armendáriz. Una vez ahí, tomara el tranvía para descender al complejo de la Academia ubicado en la ladera del acantilado. Gerardo llega al departamento de investigación, saluda a los empleados e ingresa a su oficina, desde ahí puede observar la espesa neblina de la costa verde entre las diversas especies de árboles del jardín botánico y la gente llegar por la quebrada en el tranvía para ir al museo. Cecilia tiene 10 años y le gustan los animales y la ciencia, siempre esta interesada en el tema. Le ha pedido a su mamá ir por quinta vez en el año a la Academia, ya que se ha enterado de que han llegado fósiles de Argentina de unos dinosaurios y serán expuestos durante este mes. La mamá de Cecilia es convencida y la lleva en su carro, ellas viven por Jesús María así que le tomará 35 minutos llegar por el Paseo de la República. Dejan el carro en el edificio de estacionamientos de el Cortijo y deciden descender la quebraba caminando por la arboleda. A pesar del frío, el canto de las aves y sensación de estar fuera de la ciudad lo hacen meritorio. Llegan a la Academia e ingresan por el túnel, los estratos de rocas se pueden observar a ambos lados, y los paneles de las futuras exhibiciones emocionan a Cecilia. La luz de la sala guía a la gente a través del túnel y al final se pueden ver los fósiles de un gran Titanosaurio, de más de 10 metros de altura, la luz cenital y las rampas alrededor crean un espacio anacrónico, pareciera que los fósiles hubiera estado ahí millones de años. Cecilia se emociona y toma muchas fotos, muchos niños sorprendidos como ella lo hacen, todos quieren ser paleontólogos. La mamá de Cecilia ve el anuncio de la presentación de nuevos especimenes de mariposas y se interesa, así que termina convenciendo a Cecilia para ir a verla. Chuck es un turista de San Francisco, y esta en Perú por un par de semanas, estuvo con unos amigos peruanos en Larcomar y deciden bajar a la playa para conversar y conocer la nueva costa verde, caminan hacia Barranco, y encuentran un edificio sobre el espigón de la Academia, a contraluz se puede observar el esqueleto de un cachalote y gente congregada en el. El mar ingresa por debajo el malecón y una salida de agua del acantilado genera la sensación de estar en un valle costeño luego de haber caminado 10 minutos por el paisaje desierto de la costa verde. Chuck se interesa por la exposición y feliz paga su ticket para acceder a todos los edificios del complejo. Empieza por el edificio del espigón, y se sorprende de ver información que no sabía, como de que el Perú posee la mayor diversidad de fauna marina del mundo. Luego de una hora decide ingresar al acantilado, le llama mucho la atención saber que hay adentro. Asciende por un sistema de rampas y tiene dos opciones para empezar el recorrido, una sobre el barranco y la otra ingresando al barranco. Chuck decide ingresar y empezar su recorrido en el museo, en un espacio que recuerda muy bien la geografía de los Andes peruanos, las circulaciones verticales lo hacen subir a la superficie y volver a bajar, cambiando de sistemas, morfología y hasta climas hasta llega a la selva baja en la quebrada, nunca había estado en un edificio, que experimente la cosas a través de una experiencia directa. Sale feliz del museo hacia la zona interactiva, pero oye por los altavoces del hall que la presentación de los nuevos especimenes de mariposas se realizará en 10 minutos. Chuck se interesa y decide ir con sus amigos. La sala del auditorio esta llena, casi 500 personas congregadas, más de lo que se esperaba. Gerardo da inicio a la presentación, en una sala interactiva, las luces se apagan en el domo y parecieran verse volar 13 mariposas muy grandes en la sala en un fondo negro, los proyectores en tres dimensiones generan un efecto único, es una exposición fuera de lo común, nada aburrida, más bien divertida y emocionante. Durante una hora Gerardo explicó y describió el hallazgo de cada mariposa. Cecilia, su mamá, Chuck y sus amigos sentados en la misma fila aplauden muy emocionados, sienten que han aprendido, han reflexionado y quieren el lugar donde están y la suerte de tener tanto potencial aún por explorar. La prensa especializada comenta muy bien el evento y la difusión es inevitable entre los científicos y gente del medio. Perú ha generado un aporte invaluable a la humanidad en un fin de semana, Gerardo ha renovado sus ganas de seguir realizando su trabajo, Cecilia ha aprendido y quiere aún más la naturaleza, su mamá valora más nuestra biodiversidad y el interés de Cecilia por el tema y Chuck esta feliz de ver algo así en el Perú y no dudara en recomendarlo a sus amigos en Estados Unidos.

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