lunes, 25 de mayo de 2009

transformación de una casona Casonas, casonas, ranchos, casonas, paseando un martes por la mañana barranquina, solo existe gente viviendo y viviendo, solo viven, ya estoy por la San Martín, siento el frío de la sombra y la calidez de la calle, árboles. Este era el Barranco que mis abuelos me inducían a creer, caserío de veraneantes, trato de constatar la historia del abuelo en el paseo del martes, parece ser cierta, llegué a Sáenz Peña, casas, casonas, casonas, ranchos, alameda que se pierde en el mar, mar de vapor, no, algo no concuerda. Decido atrevidamente ingresar a una de las residencias (casonas, casonas) ya que el ingreso es diferente a la imagen que tengo del relato del abuelo, encontré lo que no concuerda!, ya no es más una residencia. Dédalo, logro leer en la pared del recinto, las obras de arte y artesanía logran persuadirme soslayadamente …2 horas!.... sigo el paseo en la mañana barranquina, volteo y mar, niebla y cielo se confunden en uno solo, sigo mi camino pensando. La casa que contaba el abuelo (Dédalo ) ahora persuade por el arte que alberga, yo también quisiera albergar en mi casa arte y que lo miren, momento, vivo en departamento en San Felipe, fregado! Las calles me llevan, las calles y los muros que la contienen se apoderan de mis pasos, cuando vuelvo en mí leo en un cartel que desdibuja el paseo que tranquilamente llevaba, Perez Roca. Casonas, casonas? Si, igual encuentro algo raro, una entradita peculiar dentro de una misma casona, una casona como la anterior, sorpresa de nuevo, Cinematógrafo de Barranco llego a leer. Justo “Pink Flamingos” la que necesito ver. Yo también quiero proyectar así unas peli…..vivo en departamento! Hora de almuerzo, Av. San Martín, Bajada de baños, Chala, casona?, no, Restaurante, que rico! Me encontré con una amiga. Dos de la tarde, ahora Barranco se apodera de 4 pasos, nos lleva de vuelta a la alameda que se pierde entre el mar y la niebla, casona!! No, Teatro. En el Mocha Graña nos quedamos a ver la obra, yo también quiero…., no puedo, ella también quería vive en una casa de la Molina, tampoco puede (hacer obras de teatro y que las vean). Regreso a las sombras de los ficus colosales, que me llevan por gravedad más cerca del mar….casonas, casonas, casona o restaurante?, casa, casona o bar?, casona, casa, casona o peña?, casa, casona, van bajando con sus techos al ritmo de la pendiente, nuestros pasos y los techos ritman en el entorno, se apodera de nuestra mente. Se acabó el ritmo , el mar protagoniza, es un solo ritmo ahora, la bajada casi nos dejaría flotando en el océano, antes de ir a tirar piedritas al mar vemos algo que se desprende como un brazo de ese mar protagónico, un camino dentro de la perspectiva del mar casi imperceptible, casona?...... El acantilado hace su aparición, estamos literalmente en medio de él, pinturas y esculturas enterradas dentro del cerro protagonista, persuasión otra vez, creadores y observadores se mezclan frente a la obra artística, quiero llevar clases. Ella dice: encontré otro taller enterrado!, a ver las pintur…, no hay pinturas, escenario y actores nos presentan teatro, otro teatro? No, alquiler de herramientas, confundidos, cartel “el domingo se proyectará tal película”→sala de exposiciones? Seguimos anclados en el acantilado, el mar es la escenografía posterior de nuestros pasos, desaparece, no, ahí está de nuevo, más obras de arte, más exposiciones, no sé con qué me voy a topar ahora, el entorno guía mis pasos, como en la alameda que se perdía en el mar y la niebla, o como en la sombra de San Martín, o como en el ritmo de los techos de la bajada… casona!, no. Llegó la hora de tirar piedritas, bajamos, piedras limpiecitas, la noche reemplaza el mar o la neblina, ah me olvidaba, estudio arte.

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